¿Sabías que la saliva es fundamental para que podamos saborear? Según las palabras de Guy Carpenter, del King’s College de Londres: “Es un líquido, pero no solo un líquido”. Además, producimos entre 500 y 700 ml de saliva al día, lo que equivale a 230 litros al año.
No nos hubiéramos imaginado que la saliva tuviera nada que ver con el sabor de los alimentos, pero sí, a parte de todas las funciones que tiene, también es esencial para el gusto. Pero, antes de contarte su rol, vamos a explicarte por qué la saliva es tan importante.
La saliva es esencial para la digestión:
La saliva resulta muy importante debido a la lubricación y descomposición de alimentos antes de pasar a otras fases del proceso digestivo.
El proceso digestivo empieza en la boca y no en el estómago, como solemos pensar, y no solo la saliva sino también la lengua interviene en el proceso. La saliva juega un rol determinante por las enzimas que comienzan a descomponer los alimentos. Algunas de las enzimas más destacadas pueden ser la alfa-amilasa o ptialina, que se encarga de comenzar la digestión de los hidratos de carbono. Todo esto prepara lo que formalmente se conoce como bolo alimenticio para que pueda pasar a la siguiente fase de la digestión.
Por lo tanto, en la saliva empieza nuestra digestión y es por ello que nos ayuda al adecuado procesamiento de todo lo que comemos y bebemos.
¿Por qué la saliva es importante para el gusto?
La saliva resulta de vital importancia cuando se trata de la percepción del sabor. El agua diluye los componentes sólidos y estimula las células de las papilas gustativas. En este proceso, se limpian las papilas y quedan listas para ser estimuladas. Así, los botones gustativos de las papilas pueden identificar los diversos sabores de las comidas.
Las nuevas pruebas sobre la importancia de la saliva en el sentido del gusto indican que esta puede ser determinante para elegir los tipos de alimentos que nos gusta comer, debido a que gracias a ella se detecta la información química de los alimentos.
Te lo explicamos de forma sencilla: cuando comemos y saboreamos si algo es dulce o salado, realmente no estamos saboreando la comida en sí, sino que saboreamos la mezcla de comida y saliva. Seremos capaces de saborear siempre y cuando las moléculas puedan llegar a los botones gustativos y para que esto ocurra, la comida tiene que pasar por la saliva.
Además de ayudarnos a entender el sabor de la comida, la saliva nos ayuda también en la percepción de los olores.
¿Qué (otras) funciones tiene la saliva?
Según el Consejo de Dentistas, la saliva “tiene suma relevancia en el contexto local y general del organismo y es esencial para la salud oral”. Te explicamos por qué:
La saliva es producida por las glándulas salivales y se trata de un fluido biológico transparente, incoloro, sin olor y un poco viscoso. Es muy importante para la salud oral de la boca y esencial para todo nuestro organismo en general, ya que se trata de la encargada de limpiar los residuos de alimentos, entre otras funciones. Los dentistas utilizan la saliva, además de otras herramientas, como diagnóstico de diferentes enfermedades y/o trastornos que podemos tener. Sus funciones se pueden dividir en los siguientes bloques:
- La saliva aporta lubricación y humidificación adecuada para el habla, para masticar y para ingerir los alimentos.
- La saliva ayuda al control del microbiota oral, manteniendo el equilibrio de los microorganismos que tenemos en nuestra boca.
- La saliva limpia los restos de alimentos y mantiene en suspensión hongos y bacterias.
- La saliva es importante para una función diagnóstica, siendo la adquisición de la muestra indolora y más cómoda para el paciente.
¿Boca seca? Salud bucodental y saliva:
Ahora que sabes las funciones de la saliva, ¿te imaginarías que te faltase? La realidad es que somos muy afortunados si la secreción de la saliva que tenemos está en su porcentaje normal. El síndrome de la boca seca, o la xerostomía (que es el nombre científico) es más común de lo que pensamos: 1 de cada 10 mayores lo sufren en España, según la Organización Colegial de Dentistas de España.
Se trata de una disminución en la producción de la saliva y, como consecuencia, tenemos una sensación de boca seca o incluso la sensación de quemazón. Su aparición aumenta el riesgo de producir enfermedades periodontales, entre otras.
Las causas de la xerostomía son variadas: consumo de alcohol, tabaquismo, de algunos medicamentos, enfermedades como la diabetes, la artritis y tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia.
El tratamiento contra la sequedad dependerá del paciente, pero siempre habrá medidas comunes como la hidratación o la supresión de ciertas bebidas y sustancias. Es muy importante dejarte aconsejar por tu dentista y acudir a consulta con el fin de tratar de manera precoz cualquier trastorno asociado como la candidiasis, úlceras, gingivitis y caries, entre otros.
¿Cómo saber si tengo el síndrome de la boca seca (xerostomía)?: Síntomas.
Debido a la importancia de la saliva para masticar, saborear y hablar, entre otras funciones, es importante identificar cuándo tenemos el síndrome de la boca seca. Algunos de los síntomas incluyen los siguientes:
- Tener la sensación de boca seca, pegajosa.
- Saliva espesa.
- Dificultad para masticar, tragar y hablar.
- Alteraciones en el gusto.
- Lengua seca.
Como ya hemos mencionado anteriormente, es importante que acudas a tu dentista si experimentas algunos de estos síntomas, ya que el diagnóstico precoz ayuda a prevenir esta y otras patologías.
Hipersalivación: exceso de saliva
Del mismo modo que existe el síndrome de la boca seca, también existe la hipersalivación o lo que es lo mismo, el exceso de salivación. Su nombre científico es “sialorrea”. Se pueden distinguir dos tipos de sialorrea: anterior y posterior.
La hipersalivación anterior es el tipo más visible, y se produce cuando la saliva termina desbordándose alrededor de la boca.
La hipersalivación posterior se trata de la producción excesiva de saliva que producen las glándulas salivales. La saliva termina yéndose a la faringe y puede causar problemas a la hora de respirar correctamente.
¿Cómo saber si tengo hipersalivación? Síntomas
Algunos de los síntomas de la hipersalivación son:
- Producción excesiva de saliva (babeo).
- Necesidad de escupir y/o tragar continuamente.
- Labios secos, labios agrietados.
- Mal aliento.
- Alteración del gusto.
Si crees que tienes estos síntomas, es importante que acudas a tu dentista ya que el diagnóstico precoz puede ayudarte a mantener una buena salud bucodental.